Y, de repente, cuando frente a ti tienes a una persona que está aún más destruida y harta de todo que tú misma es cuando comprendes la verdadera realidad: da igual todo lo mal o solo que te sientas, debes apartarlo todo a un lado, y empezar a ser fuerte, lo más que puedas, pues esa persona que está aún más hundida que tú te necesita, y te necesita fuerte, segura, feliz y con ganas de mostrarle las cosas buenas de la vida, ya que aunque tú no las aprecies, esa persona si podrá hacerlo, pues se las habrá mostrado alguien al que le importa que sea así.
Y si tienes suerte, alguien, quizá quien menos te lo esperas, algún día hará lo mismo por ti al verte mal, alguien que se esforzará por verte sonreír y te enseñará todo lo que hace tu vida tan especial.
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