FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

lunes, 24 de octubre de 2016

Matrix.

¡Oye!
¡Despierta!
¡Abre los ojos! 
¿Se puede saber dónde quedaron los sueños que poblaban tu indómita mirada, las risas que envolvían a los de tu alrededor, las manos que en su día diste para, en teoría, jamás volver a soltar? 
¿Hasta cuándo piensas que puedes seguir dependiendo de los demás en lugar de ti misma? 
¿Crees que siempre todo va a ser tan fácil como agarrarte al clavo ardiendo, subirte a la ola más grande sin rodeos, saltar de cornisa en cornisa cual sigiloso y ágil gato, y acostumbrarte a hacerlo cada día hasta que sea parte de ti misma?
¿Qué sucedió con todas las ideas y proyectos que te llenaban los ojos de vida y el alma de algo más grande que lo que cualquiera pudiera imaginar?
¿No te preguntas cada día quién es esa extraña que te mira en el espejo, y que a su vez rehuye tu mirada pues no se reconoce a sí misma, a lo que un día fue, a lo que ni aún entiende cómo dejó de ser?
¿Acaso sabes lo que experimenta por dentro una cuando toma su propio camino, pese a las condiciones en el que este se encuentre, y consigue cosas que, esperadas o no, van más allá de la realidad?
¿No sientes una pizca de intriga por tirar con todas tus fuerzas de la cuerda que te une a aquellos que te controlan para ver como sus ojos se vuelven suplicantes, y se llenan de miedo sabiendo que te van a perder, a ti, a su única fuente de control y satisfacción personal? 
No lo pienses ni siquiera un instante.
Hazlo.
Por ti.
Por los que te quieren o en su día te quisieron. 
Por los que aún tienen la esperanza de rescatarte del infinito mar de robots que puebla este monótono mundo.
Por no dudar de lo que pasará mañana, pues es lo que tú has decidido que pase, asumiendo con ímpetu las consecuencias, independientemente del tipo que sean.
Por volver a ser como una vez fuiste, y, cual ave fénix, renacer de tus cenizas más brillante y decidida que nunca.
Ahora, cierra los ojos.
Respira.
Está amaneciendo.
Es el primer día del resto de tu vida.