FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

miércoles, 24 de febrero de 2016

Nebulosa vital.

Miro el cielo y está nublado, como de costumbre. 
Pero hoy es distinto, hoy trae consigo todo lo que ha contemplado, todos los paisajes que ha cubierto, todas las sonrisas, miradas y suspiros que, personas como yo, le han derramado, e incluso destinado, en sus reflexiones, al salir o entrar en sus rutinas, al tomar una fotografía, o simplemente al darse un respiro.
También viene más vacío, pues a su paso ha dejado húmedos, frescos, salados, brillantes y sencillos recuerdos que, de alguna manera, compartimos entre todos pues no será la primera ni la última vez que los vivamos.
Su color es imperceptible. ¿Perla? ¿Caliza quizás? Quién sabe. Es cambiante, es variable, es voluble, es, prácticamente, cual ser humano.
Esponjosa y dulce textura, plagada de matices, de formas, pero con sencillez, suavidad y sueños. 
Si me paro a pensarlo, no es tan distinto a nosotros, a nuestra forma de soltarlo todo en algún momento, sea apropiado o no, como si de gotas de lluvia se tratase. A nuestra forma de ver las cosas desde distintas perspectivas, acogiéndolas todas como si fueran nuestras, como si las hubiéramos cubierto con nuestra esencia. A nuestra forma de camuflarnos entre los demás, de no destacar más de lo justo, de querer ver sin ser vistos. A nuestra forma de mostrar lo que soñamos a través de nuestras expresiones, tanto intencionadas como no.

viernes, 12 de febrero de 2016

Vestigios.

Si tú supieras lo que mis ojos han contemplado a lo largo de los años, 
ya no me mirarías igual que me miras.

Si tú supieras lo que mi piel ha recibido, 
ya no me acariciarías de la misma forma que me acaricias.

Si tú supieras lo que mis oídos han escuchado, 
ya no me escucharías con el mismo interés que me escuchas.

Si tú supieras lo que mis labios han proclamado, 
ya no me hablarías con el encanto con el que me hablas.

Si tú supieras lo que mi olfato ha percibido,
no olerías mi fragancia como hasta ahora me olías.

Si tú supieras lo que mi cuerpo ha deambulado, 
no deambularías junto a mí como has deambulado.

Si tú supieras lo que mi vida ha atravesado, 
no la atravesarías a mi lado.