FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

sábado, 24 de agosto de 2019

Mejillón.

Os voy a contar una historia.
Habla de aquel chico que me quiso dar un beso con los labios pintados de negro nada más conocerme, por ver qué pasaba.
De aquel que me robó un pendiente la primera vez que nos quedamos a solas para que al día siguiente fuera a recuperarlo, y aunque lo hice, nunca lo recuperé.
Aquel al que regalé un colgante muy especial para mí, un colgante que llevaba poco tiempo en mi vida, al igual que él, pero que me pareció una forma muy especial de mantenerme a su lado.
Aquel que no pensó que era de locos empezar una relación a casi 400 km de distancia y que apostó por nosotros, por él, por mí y por lo que podría pasar.
Aquel que subía, y sube, a verme, aunque no sé si más llamado por la sidra que por mí, y siempre estaba súper feliz e ilusionado, tanto que subía más rápido de lo que yo bajo allí a verle.
Aquel al que, cada vez que veo, mi corazón late con fuerza, noto un cosquilleo por todo el cuerpo, siempre me pongo nerviosa cuando voy a verle, y con quien siento que cada beso es como el primer beso.
Aquel al que aturullo con audios y llamadas, que a veces son más monólogos míos, pero que escucha con paciencia y cariño.
Aquel que al poco de estar juntos se me declaró vía Facebook, y fue un día que se me quedó grabado para siempre, teniéndolo bien guardado en mi corazón.
Aquel al que le dan venadas, y me pone tensa y expectante simplemente para decirme cosas preciosas y maravillosas que sólo le salen en determinados momentos, pero que hacen que cada día sepa más y más que esto es único y verdadero.
Aquel al que no le importaba venir a buscarme en coche las veces que hiciera falta a la calle de al lado de mi casa por ser un poquito más discretos, y que me llevó a su casa en el pueblo de al lado, a cenar al lado del acueducto, a dar un paseo por el pueblo en coche ya que yo soy más de caminar pero él no tanto, o simplemente a dar un paseo ameno escuchando canciones geniales.
Aquel que me manda cada poquito canciones que me dedica o que le gustaría que escuche.
Aquel que me ha descubierto artistas únicos e increíbles que no conocía pero que ahora me encantan y hacen que me sienta más unida a él.
Aquel chico que tiene una paciencia infinita para elegir siempre la película que vamos a ver porque yo soy muy indecisa, o no me decido lo suficientemente rápido, y casi siempre vemos una película que él ya vio, y el hecho de verla conmigo hace que sea distinto de la primera vez.
Aquel que tiene un terremoto de perrita que es súper maravillosa, un sol, es tan cariñosa y tan mimosa, igual de única y genial que su dueño, y los quiero con locura.
Aquel con el que di paseos por los jardines y me sentí súper especial y querida.
Aquel que sólo es persona los domingos por mí.
Aquel al que no le gustan las fotos pero que siempre que le pido una en momentos especiales se la ha hecho conmigo, y aunque no tengamos muchas fotos, sí que tenemos un montón de grandes y hermosos recuerdos. 
Aquel chico que me cambió y me cambia la vida.
Aquel chico al que me gusta hacer regalos cada poquito, grandes y pequeños, mientras que a él le gusta más cocinar para mí, acogerme en su casa, dejarme invadir su cuarto, y es increíble.
Aquel chico de las mil metamorfosis, y de los futuros tatuajes que ya me ilusionan hasta a mí de las veces que hablamos de ellos.
Aquel chico que me descubrió series súper geniales de las que ahora soy una mega fan.
Aquel que me regaló una tablet para poder amenizarme los viajes en bus diarios a la facultad.
Aquel que se pegó un super madrugón y un viaje enorme por venir a verme y a hacerme compañía durante mi Erasmus.
Aquel que me dijo felicidades 1000 veces en mi cumpleaños por ver mi sonrisa y darle besos de agradecimiento.
Aquel con el que siento que puedo ser yo misma, llegando a abrirme tanto que me asusta, llegando a llorar en determinados momentos, sintiéndome muy escuchada y comprendida por su parte.
Aquel que soporta mis berrinches espontáneos y los calma con mimos y vídeos graciosos.
Aquel que sonríe con cada regalo que le hago, y que le gustan porque sabe que vienen de mí y porque cada uno fue elegido cuidadosamente pensando en él, en sus gustos, en lo que me cuenta, en lo que yo ya sé.
Aquel que encaja tan bien en mi vida que a veces no sé cómo no apareció antes, y que disfruta con mis amigos al igual que yo con los suyos.
Aquel al que no le asusta ser fiel a sí mismo en todo momento y que me ayuda a que yo también sea así, con mucha paciencia porque sabe que me cuesta mogollón.
Aquel que se inventó una forma particular de decirme te quiero que quedará para la posteridad.
Aquel que pacientemente comprende que mi libertad no es la misma que la suya y jamás se queja, sólo hace que cada rato que pasamos juntos, me olvide de todo lo que me angustia y me llena el alma de paz.
Aquel chico que es verano en sí mismo, es fiesta, es alegría, es color, es calor, es magia, es algo impredecible y maravilloso.
Eres la persona que mejor me conoce sin necesidad de palabras, y te quiero y te agradezco todo lo que haces por mí y por nosotros.