Y que la soledad no provoque nada en mí salvo paz y calma y claridad y sobriedad me asusta y me inquieta, pero a la vez me llena y me hace ver qué, cómo, por qué y cuánto soy.
Todo tiene su parte mala y buena, siempre y cuando llegues a llevarlo a cabo, pero si ni eres capaz de seguir o lograr tus propios ideales, la cosa de desequilibra y siniestra.
Siniestros del corazón, ríos a través de ventanas del alma abiertas de par en par por las que aflora cualquier clase de emoción, pensamiento, palabra o miedo.
Reflejos fugaces de tus sentimientos aparecen en los ojos de tus amigos, cual ninja perspicaz, pero jamás se corresponden con la más mínima realidad de tu mundo.
Vacío intenso pero confortable y seguro te conforma, te define, te supera y te oculta.
Sonidos silenciosos, silencios sonoros, tu día a día, abstracto, indiferente, complicadamente invisible.