FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

domingo, 17 de enero de 2016

Resurgimiento.

Hacía algún tiempo que no tenía un buen libro, yo los considero todos así en un principio, entre mis manos, que no deslizaba mis dedos sobre el suave y, ahora, tranquilo papel, que no me sumergía en él hasta tal punto que aún estando cerrado y esperándome con ansia en casa, yo continúo navegando en los posibles caminos que van a tomar sus protagonistas, que no me sentía como un personaje más tomando parte en los acontecimientos que describe pacientemente, que no era sencillamente feliz, o mejor dicho, feliz con la sencillez.
La falta de tiempo, el descubrir el potencial en algunas series, la compañía o, tal vez, simple y llanamente mi vaguería, me han impedido durante un tiempo que descubriera maravillas, muchas de las cuales estaban encerradas cogiendo polvo en mis estanterías, o esperando a ser inauguradas tras ser compradas en alguna de mis expediciones a la librería.
No recuerdo demasiado como me sentía exactamente al leer un libro antes, cuando los devoraba a cada momento que podía, pero, ahora que he vuelto a retomar esta vieja, y tan recomendable, costumbre, sólo puedo describirlo con una palabra: empatía.
En apenas un par de días me he leído 4 libros, estando ya por el quinto, y he de decir que me han aportado tantas cosas, como cosas me han quitado. 
He sentido tal remolino de emociones en mi interior, que si me paro a pensarlo ahora mientras escribo, aún acuden las lágrimas a mis ojos. He llegado a comprender tanto algunas cosas que me gritaban esos seres inanimados, creados y plasmados por alguna persona como yo, o así lo veo a mi parecer, que me asusta. Me da miedo identificarme tanto con algunas situaciones, algunos problemas, algunas inquietudes, algunos recuerdos, que no me atrevo ni a compartir con nadie ese sentimiento.
Quizá porque creo que me van a decir que es normal, que las personas sentimos empatía hacia otras personas, incluso si estas sólo existen en un mar de palabras, o que me acostumbraré con el tiempo y veré como cesa de ser todo así, tan palpitante, tan descarado, tan efímero.
La verdad es que en cierta manera, pese a la perpetua duda que me provoca esta sensación, me agrada experimentar algo así pues hace que me sienta muy viva, más viva que en estos 18 años de vida que llevo recorridos, y eso es reconfortante, porque no todo el mundo puede decirlo, ni puede encontrar algo, o alguien que le haga verse así tan fácilmente.
Pero esa sensación de vida que me embriaga es centelleante, aparece y desaparece según el momento en el que me encuentre, o la parte del libro que esté leyendo, o lo que me esté pasando más allá de sus absorbentes e hipnóticas páginas.
Por eso es como si por momentos todo fuese parte de mi imaginación, algo que mi mente ha soñado pero que en realidad es verdaderamente confuso, pues no es así, simplemente es algo confuso pero real e intenso, y eso me gusta.