FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

viernes, 17 de abril de 2015

Reflujo.

Nunca estás seguro de cuánto necesitas realmente hablar o tratar algo hasta que lo haces, y las palabras salen a trompicones, sin freno, junto a una oleada de sentimientos que las acompañan y que has estado guardando y escondiendo para ti todo el tiempo transcurrido desde lo acontecido.
Empiezas con una cosa sencilla, un detalle, algo que te llamó la atención, pero, poco a poco vas avanzando, muchas veces a pasos agigantados y sin rumbo, y cuando percibes lo que ocurre, te ves incapaz de salir del bucle que inconscientemente tú mismo has descubierto.
Entonces, dejas de intentar escapar, simplemente te dejas llevar, y lo sueltas todo, a veces, sin dar cabida a nada más que se dé a tu alrededor, pues sientes que si paras, no vas a ser capaz de hacer nada más que revivir ese momento, ese instante, una y otra vez, como si jamás hubiese terminado, como si siempre estuviera ahí, rondando tu mente, y hundiéndose en un pequeño rincón, oscuro, solitario y polvoriento de tu corazón, cual pesada piedra.
Y, tras un segundo, todo cesa, aquello que fervientemente deseabas liberar ya lo has transmitido, a otros ojos, otras manos, otros oídos, otros labios. Sólo queda la estela del momento, transformada en miradas y gestos de comprensión, de sorpresa, de misterio, de paz, de cordura.