FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

lunes, 10 de julio de 2017

Selección.

Sentimos la necesidad de tener nuestras propias cosas favoritas con el fin de ser capaces de definirnos un poco más para nosotros mismos y con respecto al resto de gente que participa en nuestra vida.
Así es como llegamos a plantearnos y preguntarnos, más de lo que admitimos, cuál es nuestro [inserte palabra adecuada y azarosa: color, fruta, mes, número, estación, película, libro, canción, lugar, recuerdo, postre, comida, personaje, anime, palabra, serie, cuadro, prenda, asignatura, deporte, programa, animal, día, golosina, grupo, e incluso, persona] favorito.
¿Tan importante es clasificar todo aquello que nos rodea? 
¿Tenemos que quedarnos sólo con una cosa contando con tantas opciones a nuestro alrededor?
Es totalmente normal querer a algunas personas más que otras, y que nos gusten más ciertas cosas, y creemos que el definirlas un poco más nos ayudará a definirnos a nosotros mismos, pero no es así. 
La definición interior no puede llegar desde el exterior, pues es algo que está intrínseco en nosotros desde que nacemos, y que sólo podemos complementar con todas estas cosas que nos acompañan y nos encandilan en cierta medida, pero todos sabemos que la verdadera búsqueda está en nuestro interior, aunque no conozcamos exactamente dónde, cuándo, o cómo empezar.
Los seres humanos somos apasionados, sentimentales, bucólicos, complicados, profundos, al igual que lo es la vida y todo lo que la compone, quizá por eso necesitamos tanto de ella, conocerla hasta el más lejano de los extremos, y eso es lo que nos lleva a observar en todo momento más allá de donde estamos, para poder extraer cada pedazo, para poder saborear cada instante, para poder sentir cada segundo. Es esa ruta inmensa e infinita la que nos da vida, valga la redundancia, y la que a largo plazo nos proporciona esos pequeños detalles que nos enamoran a primera vista y que nosotros no tardamos en denominar como nuestros favoritos.
No es clasificación, no es elección, si no selección. Es identificarte con algo tangible y sentir que al menos, en cierta medida, te representa. Pero que una cosa te encante no quita que otras te gusten, nada es eterno, nada es simple, pero sobre todo, nada es único, salvo las personas y su esencia.

martes, 4 de julio de 2017

Descargo.

Por todas esas mentiras que intento que no lo sean porque, al fin y al cabo, ¿algo que se dice para que todo el mundo esté bien es una mentira?
Por presentarte a alguien que no te aportó nada a tu vida, o que lo hizo pero luego te lo quitó todo de golpe.
Por no estar ahí, por no ser una buena amiga.
Por no dejar las cosas claras, por no ser sincera.
Por ser tímida, por callarme cuando menos hace falta.
Por conocerte tan poco y quererte tanto, es una contradicción en sí misma.
Por no poder despedirme de algunas personas de las que me hubiera gustado poder hacerlo.
Por no entender cosas sencillas y entender cosas complejas.
Por ser joven y, como dice la gente, no estar preparada para el mundo, por decir cosas sin sentido, o aparentemente así, porque no las he vivido, aunque no creo que todo esto funcione así.
Por ser una cobarde, por llorar más de lo que jamás reconocería, por tener miedo.
Por no sentirme nada a gusto conmigo misma pero apoyar que otros sí se sientan así.
Por ser una tonta, por quedarme donde estoy en lugar de avanzar y explorar.
Por no seguir mis consejos pero intentar que el resto sí lo haga.
Por joder los buenos momentos cuando todo el mundo está feliz y yo no.
Por cerrarme como una concha que protege una preciada perla, aunque esa perla esté hecha de sufrimiento.
Por cada una de las veces que me he antepuesto al resto.
Por cada una de las cosas que he hecho.
Por cada una de las cosas que no he hecho.
Por cada cosa que he pensado.
Por cada cosa que no he pensado.
Por cada cosa que he dicho y por las que no he dicho.
Por cada promesa realizada pero no cumplida.
Por no preocuparme por los que debo preocuparme.
Por intentar ser feliz.
Por mí.
Por no ser capaz de seguir y por toda esta entrada, lo siento.