FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

sábado, 27 de diciembre de 2014

Actos de fe.

La vida está llena de sacrificios. Sacrificios por los que queremos, sacrificios por nosotros mismos, sacrificios para seguir sin mirar atrás, y sacrificios para desvelar lo que vendrá. Pero, ¿cuántas veces nos sacrificamos sin saberlo y cuántas por algo o por alguien que al final quizá nos arrepintamos sin saberlo? 
Por las personas que queremos seríamos capaces de hacer cualquier cosa, de eso no hay duda, pero cada favor, cada respuesta, cada mano tendida, cada sacrificio es como un salto al vacío sin red, sin arnés, sin esa certeza tan necesaria a veces a la hora de actuar. Y, aún así, cada día, cada hora, cada momento, nos seguimos sacrificando, seguimos saltando sin saber donde vamos a caer, sin una mínima esperanza o luz que nos ilumine el camino que vamos a emprender, sin unas palabras de aliento que nos animen a continuar con nuestro propósito. Pero existe en nuestro interior algo que nos empuja a hacerlo, algo que se enciende cuando sentimos que esa persona nos necesita, y que no se apaga hasta que cumplimos nuestro propósito. 
Sacrificios, siempre sacrificios. La vida sería mejor sin ellos solemos creer. O puede que no, puede que dejara de tener sentido, puede que perdiese su color, su forma, su sabor, su esencia. Puede que simplemente se limitase a una existencia insulsa, insignificante, incompleta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario