FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

domingo, 17 de agosto de 2014

Significados.

Es curioso como, con el paso del tiempo, algunas de las cosas que para nosotros poseían un gran significado, que nos daban una pequeña dosis de emoción, anticipación e ilusión a nuestras usuales vidas, que nos hacían contar los días hasta que llegaba la fecha deseada, que nos ponían nerviosos casi 2 meses antes con tan solo mencionarlas o pensarlas, ahora parece que ya solo son tomadas como obligaciones, compromisos, o que, simplemente, ya no son ni tenidas en cuenta. Más que curiosa, esta situación en ciertos sentidos podría considerarse un poco triste porque, ¿acaso a medida que maduramos o crecemos, tanto físicamente como psíquicamente, vamos perdiendo el interés por cosas que antes ocupaban gran parte de nuestros pensamientos o que provocaban en nosotros la mayor felicidad posible cuando llegaba el momento tan esperado? Si esto fuese así, ¿llegará alguna circunstancia en la que dejen de interesarnos no solo los momentos sino también las personas que conllevan, o los lugares que las emplazan, o los sentimientos que las acompañan? ¿Podría existir la mera posibilidad de que un día simplemente ya no nos sintamos así con nada, en cuyo caso nuestras vidas carecerían de sentido y por tanto sería el momento en el que dejaríamos todo? Yo habló dentro de mi propia experiencia cuando digo que la respuesta a las dos primeras preguntas que he planteado es sí. Me he encontrado con casos propios en los que pasados ya unos pocos años, si hecho la vista atrás y pienso en esos momentos y en como los vivía y sentía día a día, en el presente no tienen ni punto de comparación. A veces creo que todo es cosa nuestra, y de como cuando éramos pequeños quizá veíamos todo desde una perspectiva tan distinta a la que vamos a tener cuando crezcamos que llega un momento en el que nada o casi nada nos parece igual que antes. Puede ser. Pero también puede ser que sea "ley de vida" como se suele decir, que no sea posible que nuestra vida esté siempre repleta de buenas sensaciones y momentos que nos traigan a la mente recuerdos y que cada año nos hagan desear con la misma o con una fuerza mayor que llegue el momento decisivo, el que siempre estamos esperando y el que nuestra mente jamás se permite olvidarlo.

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