FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

martes, 24 de octubre de 2017

Cometas.

Suspiros que escapan como ráfagas de aire intentando alcanzar a sus foráneos compañeros. Su mensaje está plagado de palabras vacías, emociones sin rumbo, canciones demasiado grabadas en tu mente.
Sin un destinatario fijo, sólo vagan, como su dueño, hasta que alguien los capte y quiera oírlos, y una vez susurrados se disuelvan, sabiendo que jamás regresarán a los labios que los liberaron. 
Son poderosos, pues algo que no tiene fuerza no llega a coger el vuelo con tanta delicadeza, ni a surcar el cielo sin temor a la caída.
Cada palabra que los forma es como un aleteo, rápido pero intenso, que no cesa hasta alcanzar a alguien justo en el centro del pecho, pues es entonces cuando habrá cumplido su cometido, llegar más allá, y dejar huella.
A veces, se sincronizan, bien con la persona que te acompaña, pues ambos soltáis pesares al tiempo, o bien con alguien que ni tan siquiera conoces, que simplemente necesita un ligero desahogo en forma de bocanada vital. Es entonces cuando se cruzan, se encuentran en el aire, se juntan, y nunca llegan a soltarse, siendo el doble de poderosos, duplicando su efecto y dejando huella no sólo a una persona, si no a todas aquellas que lo precisen.
Si tienes suerte, a veces puedes llegar a escucharlos, e incluso verlos, en su difusa ruta, pues jamás pueden evitar la oportunidad de abordar a la gente que se cruzan a su paso, independientemente de si dichas personas van a ser o no los receptores finales de su mensaje. Es en esos casos cuando sientes un pequeño escalofrío que te recorre por completo y cuando te parece sentir que alguien/algo te llama susurrándote.

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