FGL.

"Hay cosas encerradas dentro de los muros que si salieran de pronto a la calle y gritaran, llenarían el mundo."

J.K.R.

"Las palabras son, en mi no tan humilde opinión, nuestra más inagotable fuente de magia, capaces de infringir daño y de remediarlo."

viernes, 20 de enero de 2017

Tempus fugit(ivo).

Solemos decir que el tiempo vuela. Yo siempre he sido más de pensar y decir que lo que verdaderamente hace es huir. Lo esencial es que si consigues atraparlo de alguna forma (lugares, canciones, fotografías, personas, sabores, olores, emociones), puedes volver a ese preci(o)so instante una y otra vez, y es maravilloso que nunca lo veas o lo sientas de la misma forma, pues denota lo único que fue y lo mucho que (per)vive dentro de ti.
Resulta sorprendente todo lo que podemos guardar en nuestro interior, pero es aún más increíble la forma en la que se manifiesta. Nada azarosa, siempre en el momento justo. Muchas veces, cuando pensabas que ya ni siquiera tenías eso dentro de ti, sobrevuela tu mirada desde dentro, cual película vívida y silenciosa, para dejarte sin palabras, pero lleno de sentimientos.
Tras esa extraña, a la par que mágica, manifestación, un sinfín de relaciones sensoriales encadenadas unas a otras, por el simple hecho de que tu mente ha creído correcto que todo tu ser se remonte a ese breve lapso, quizá buscando que lo revivieses un segundo, y sin saber que sería así toda la vida cada vez que un detalle te recordase y remontase a ello. 
Y es que, vivimos el día a día como si de nada o de todo se tratase, no existe un punto intermedio, pero a la hora de echar la vista atrás, no sabemos cómo lo interpretaremos. ¿Seguiremos manteniendo esos extremos? ¿Reiremos, lloraremos? ¿Cuán nítidas serán las imágenes que se sucedan tras el velo de nuestros ojos?
Si nos dedicáramos a pensar en todo esto mientras vamos avanzando a través de nuestra vida, nada sería igual, sólo recordaríamos la paranoia que suponía el creer que una cosa u otra nos llenarían, nos sacarían una sonrisa, nos harían soltar alguna lágrima, o simplemente nos paralizarían.
Es por ello que los recuerdos resultan tan únicos en su especie, al fin y al cabo son de quienes los crean, son como quienes los crean, son para quienes los crean.
No puede ser de otra forma, No hace falta nada más. Tan sólo ir hacia donde nuestros pasos nos lleven. Sencillo, simple, rápido, imperceptible. Como la vida. Como el huidizo tiempo.

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